¿Eras un pibe, qué deportes practicabas?
De chiquito era fútbol todo para mí. Pero luego apareció el básquet. el voley, en algún momento en la playa apareció el fútbol americano. Todo lo que fuera actividad física lo practicaba, pero al que más, horas le dediqué de pibe fue al fútbol sin dudas. A los 14 años iba jugando al beach voley, al paddle, siempre jugando no entrenando.
Tuviste al Negro, Guillermo Cazón como profe en el Colegio. ¿Cómo fue tu relación con él y qué rol cumplió como caza talento?
Yo estaba en un colegio llamado San Miguel, y como era un chico con bastantes necesidades físicas, era o anotarme en un club, en un colegio donde le den más importancia al tema deportivo. Gracias a mis padres que lo buscaron aparece el Colegio Lasalle, teniendo la fortuna que el Negro esté ahí. Más allá de lo que fue con el handball, me dejó muchas enseñanzas como profe.
Hablaste con Dady (Gallardo) ¿Qué te dijo sobre incorporarte a River, el club del que siempre fuiste hincha?
El Negro hacía que cada tanto fueran los jugadores de River a entrenar al Lasalle. Los miraba me asombraba, pero en ese momento si bien lo disfrutaba porque era River, estaba con que quería fútbol. Más adelante hicimos algún entrenamiento en conjunto con los chicos de River, que sin lugar a dudas estaban por encima del nivel que teníamos nosotros, Entre el Negro Cazón y Dady, que vino algunas veces a ayudarnos y aconsejarnos con la selección del Colegio, me convocó para ir a entrenar, que le habían hablado muy bien de mí, y ya estaba en cuarto año y no lo dudé. Pero le dije que quería jugar hasta quinto con el Colegio, porque tenía el objetivo de salir campeón, ya que veníamos de dos años de subcampeonatos. Y también porque pensaba que el cambio del Colegio al club no era tan alto. Y me equivoqué totalmente, ya que cuando comencé a jugar en River me di cuenta de que no tenía ni idea de lo que era el handball. Creo que fue el cambio más grande que sufrí en toda mi carrera.
Pasaste a entrenar en River. ¿Cómo viviste ese cambio?
Estaba súper feliz y con miedo. Porque para mí era todo nuevo, el lugar la gente. Pero por suerte fui con dos compañeros, Muñiz y Nacho Cremona, que hicieron que las cosas fueran más fáciles. Yo estaba alucinado con el "mundo River" Deportivamente me costó muchísimo, lo que Dady vio en mí fue un chico con condiciones físicas, pero a nivel juego era otra cosa. Me encontré con un grupo muy bueno, muy sano. De otra manera me hubiese ido, ya que a nivel juego me costaba mucho. Después de 5 meses de entrenar, me esquincé el tobillo estando en Junior y ahí barajé la posibilidad de dejar. Pero se dio una situación con Dady donde voy, por un malentendido, a entrenar en otro horario y luego de una conversación con él, seguí adelante y comenzó mi situación a cambiar. Empecé a jugar a tono con el equipo y me sentí muy a gusto en todo sentido.
¿Tu pasaje a la Selección fue rápido y tal vez, inesperado?
Todo fue inesperado. Dady me decía que tenía condiciones de llegar a la Selección y no le creí. Llegué un día que no tenía que ir porque los juniors no entrenaban. Solo lo hacía el primer equipo, pero como fui, Dady me dijo que entrene "que después hablábamos" Y como entrené bien, sobre todo a nivel defensivo, me dijo si seguís así el viernes jugás la final contra Luján, encima iba por la tele, y yo no lo podía creer! Ni mis compañeros sabían quién era yo, ni yo quienes eran ellos. Pero Dady apostó por mí, inesperado, Más adelante entré en la Selección Junios y estaba realmente feliz. Siempre tratando de mejorar y buscar mi lugar.
¿Qué técnicos tuviste?
En la Selección estuve con Mara, con él ganamos un Sudamericano en Brasil, y después con Cocho López con quien salimos sub-campeones Panamericanos en Puerto Rico. Luego Mara en la Mayor, luego Jordi (Ribera), Mara nuevamente. Dady, luego Manolo (Cadenas) Todos muy buenos entrenadores que me fueron apoyando y haciéndome sentir importante en cada etapa.
¿Hasta qué edad jugaste y cómo se dio tu salida a tierras europeas?
Estuve en Argentina hasta el 2001 jugando para River y el mundial con la Selección. Me fui cuando tenía 21 años. Estaba estudiando Profesorado de Educación Física, quería terminarlo e ir a Brasil a jugar. Ser semi profesional allí, mientras estudiar otra cosa, y después volver. Soñaba después de haber jugado un mundial con hacerlo en otras 2 o 3 veces más, pero no me veía jugando mucho tiempo. Y se dio la casualidad de que la selección del País Vasco vino a una gira por Argentina. Creo que fue un cuadrangular donde contra Metodista jugué un muy buen partido. El delegado español era presidente del Deportivo Arrate. Estaba buscando un pivote, me vio jugar, preguntaron por mí, a Mara, como me veía y luego Mara me llama por teléfono y me dice si me gustaría ir a jugar a España. Le dije obvio, ya que era en aquel momento como jugar en la NBA. Había estado el Flaco Eric Gull, pero en aquel momento ya no estaba y creo que era el único argentino que iba a jugar allá. Así a partir de mitad del 2001 fui a España pensando que iba a ser por un año, pero fue bastante más...
¿Mirás hacia atrás y cómo te ves a la distancia?
Realmente miro y no puedo creer cómo ha sido todo. Una carrera deportiva que la jugué y la disfruté, ahora del otro lado como entrenador, tratando de mejorar cada día. Pero rememoro desde el patio del colegio cuando comencé a jugar, entrenando dos veces por semana, cuando no llovía. Hasta los 17 años cuando voy a River con Dady que me va llevando y juego una final con el primer equipo. Luego ser seleccionado y representar a la Argentina en Juniors y en Mayores. Hasta llegar a España e ir concretando una extensa carrera. Incluyendo los mundiales y Juegos Olímpicos, la cinta de capitán. Hoy me resulta increíble, a pesar de que en el día a día no lo vivo así.
¿Los padres te acompañaron?
Si, estuvieron siempre apoyando. Desde que jugaba en River yo tenía que estudiar y entrenar. Mismo para ir al torneo que fuimos con River a jugar a Suecia, Suiza y Dinamarca, me pagaron ellos el viaje. Siempre que pudieron viajaron conmigo a verme. Mi papá se tomó un avión para ir a ver la final que le ganamos a Brasil en el sudamericano. Mi mamá quería ir, pero tengo dos hermanas más chicas, y no pudieron viajar ambos. Ahora veo a mi mujer y mis hijos en los partidos y es hermoso, pero cuando estás empezando ver a mamá y papá en la tribuna es impagable. De pronto haber estado abrazado en los juegos de Río, de Londres, y en Lima cuando me subo a la tribuna y estar abrazados con ellos es impagable. Ahora cuando juego o dirijo, mi mujer y mis dos hijos sé que me están para verme a mí.
¿Podés definir a River, a la Selección y al Handball?
River es mi infancia, mi pasión. En mi habitación tenía fotos, recortes de revistas y posters de Francescoli, del Mencho Medina Bello del que era fanático. También de Pablito Aimar. Los 3 eran los que más amaba del fútbol de River. Después lógicamente todos los grandes que pasaron por ahí. Recuerdo la primera vez que fui a la cancha con mi primo Fernando que era mayor que yo y re fanático, una experiencia increíble. Después con mi papá, con mi tío. River es mi club de toda la vida!
La Selección se transformó en mi casa. Seguí hasta donde puede porque creí que le podía dar algo más. Me pude despedir como quería, jugando el torneo que quería. Fue en los Juegos Olímpicos, en un partido especial porque fue contra España, con todo lo que significaba. Nunca me sentí dueño de una camiseta, pero sí dejaba todo por ella y moría por estar en la Selección.
El handball se transformó en mi profesión y en mi vida. Me hizo conocer el mundo. Construir una familia alrededor de donde juego o como entrenador. No estoy 24 hs mirando partidos. Los disfruto cuando lo hago, pero también me ha llevado a leer mucho, sobre coaching, como manejar grupos. Cosas que considero de suma importancia. En el alto rendimiento pasa porque el equipo te crea y esté con vos. Todas cosas que suman para ser cada vez mejor entrenador.
Gonzalo versión 2025!
Entreno tres veces por semana, hago pesas un rato. Estoy dirigiendo un equipo juvenil a las afueras de León. Un club muy familiar donde estoy muy cómodo. Me tienen en cuanta para dar charlas y clínicas. Feliz con ellos. Y esperando seguir creciendo, tener oportunidades como cuando me llamaron para ser técnico de un equipo que jugaba el mundial de clubes. He tenido ofertas para dirigir equipo de la Liga Plata española, pero por cuestiones familiares difícil de agarrar.
¿La familia es el sostén de la vida?
Es clave para toda la vida. Si estás bien con la familia podés tener proyectos e ir en busca de ellos. Es fundamental una familia donde todos estén bien y apoyarnos mutuamente.
¿Tus hijos qué edad tienen y qué deportes practican?
Emma tiene 8 años y hace gimnasia. Cuando le insinúan que juegue handball dice que no, que es feo. Y mateo tiene 11, juega handball, que se enganchó mucho este año y juega ajedrez que le gusta mucho, y va a representar a la ciudad de León este año. También entusiasmado porque lo convocaron para que el año próximo juegue en los infantiles representando a la comunidad de Castilla y León, porque se está destacando mucho. ¡Mientras lo haga con alegría y disfrute adelante! Y ella también contenta con la gimnasia que hace y nos muestra todo lo que va aprendiendo.
¿Cómo sigue tu vida alrededor del handball?
Sigue rondando alrededor del handball. Además de lo que estoy haciendo en el club aquí en León, A mitad de año daré una Clínica en Italia. Estoy viendo si se termina de dar en Argentina para dar unos campos de entrenamiento, unas charlas. En alguna ciudad española me han llamado para dar una ponencia y una charla. Todo eso hace que uno se prepare para seguir creciendo. y si se da algo interesante que cierre bien por supuesto que como entrenador dispuesto a tomarlo.